Cuando un español oye la palabra “Galicia” piensa: sí, sí es una comunidad autónoma de mi país, situada en la costa etc. Pero como somos polacos, sería una lástima olvidarnos de la región que se llamaba Galitza (pero se pronuncia como Galicia) y pertenecía al Sur de Polonia en los años 1349-1772, hasta la primera desmembración del país.
Galitza fue una región multinacional y multireligiosa. En el mismo lugar convivían alemanes, italianos, rusos, musulmanes y por supuesto los judios que, como los judios sefardíes, crearon alli su propia cultura.
Quiza por la presencia de los judíos, los habitantes de Galitza en general eran llamados “Centusie”, que en español se podría traducir más o menos como “la persona que cuenta cada céntimo”. En una palabra, que es un avaro.
Galitza no es un nombre original de ese lugar, porque antes se llamaba “Reino de Halicz y de tierra Włodziemirska”. Pero durante el gobierno de los austriacos, como el nombre original era imposible para pronunciar para ellos, entonces lo cambiaron a Galitza.
Deportación 68 - Perezoso
Mi madre sabía mucho en la vida
Una vez me contó que:
"La mujer más culta que
había conocido en su vida
era judía
La mujer más culta
que se había encontrado en su vida
era judía."
Ahora sé, lo que envidiáis de ellos
Sé porque les odiáis
Sé porque no los entendéis
Sé que es
porque ellos son más inteligentes que vosotros.
En antisemitismo en Polonia sigue vivo
A la mayoría no le molesta
la mayoría lo apoya.
La mujer más culta
sobre la que oí hablar
era judía.
Deportación 68.
Como nos gusta saber lo que piensan los otros, decidimos preguntar a nuestros amigos qué opinión tiene sobre los judíos. Por supuesto, ocurrió que cada persona tiene su personal estereotipo en la cabeza.
La pregunta sobre los sefardíes ya no era tan fácil y nuestra cámara pudo recoger unas cuantas caras sorprendidas y apuradas.
Si quieres saber exactamente lo que esconden las mentes de los polacos jóvenes
¡tienes que ver nuestra encuesta!
Aquí puedes ver más información.
Primera y más evidente diferencia es por supuesto el idioma: el de los Askenazíes se llama yiddish que es una mezcla de aleman medieval, lenguas eslavas y hebreo, sobre Ladino-idioma de los Sefardíes ya no hace falta explicar, ¿verdad?
Las liturgias sefardíes no son iguales que las ashenazíes (p.ej. el tono de los cantos). Tampoco las tradiciones relacionadas con las fiestas religiosas o la cocina son iguales.
Seguramente muchos de vosotros conocéis las prácticas que utilizaba la Inquisición para que alguien (no importa si había hecho algo contra la fe cristiana o no) dijera que era culpable. La tortura y las ejecuciones, habitualmente mediante la quema en una hoguera localizada en un lugar concurrido, fueron muy frecuentes.
"(...) Le ordenaron que dijera lo que había hcho contra nuestra fe católica. Dijo: "Sacadme de aquí y decidme lo que tengo que decir (...), me hacen daños". Separaron de las cuerdas y las contaron y había dieciséis vueltas y al dar la última vuelta, la cuerda se rompió. Ordenaron, entonces, que la pusieran en el porto. (...) Le dijeron que si deseaba decir la verdad antes echasen el agua, que lo hiciera y así decalgaría su conciencia. Ella dijo que no podía hablar y que era una pecadora. Luego colocaron en su garganta la toca embudo de lienzo y ella dijo: "Quitádmelo, que me estoy afixiando y se me revuelve el estómago". Entonces vertieron una jarra de agua, tras lo cual le ordenaron que dijese la verdad."
Desde Teresa de Jesús a Fernando de Rojas o Fray Luis de León, pasando por los ayudantes de los Reyes Católicos, como Luis de Santangel, el que dio dinero para la aventura de Colón, otra personalidad cuyo origen judío se estudia y que llevó a numerosos coversos en sus barcos camino de América...
También la propia madre del Rey Católico era de una familia de origen judeoconverso, agregó Torres, un periodista columbiano que empezó a profundizar en el tema de los judíos españoles por encargo de la editorial ante el antisemitismo que se ha producido en Europa tras el atentado contra las Torres Gemelas.
Y siguiendo el tema, los actuales ciudadanos españoles de origen judío son las Koplowitz, Elena Benarroch, Enrique Múgica y muchos otros. Estos famosos por supuesto existen al lado de los "ciudadanos de pie", o sea tan normales como el resto de la sociedad española, perfectamente integrados en los pueblos y ciudades donde residen y trabajan.